sábado, 29 de agosto de 2009

DE VISITA POR LA GRANJA TRES ARROYOS



Forma parte de nuestra forma de trabajo. Hablamos de salir a visitar empresas agropecuarias, recorrerlas, aprender de los lugares dónde se desarrollan las producciones, conocer su gente y sus formas de organizarse.
El 27 de Junio visitamos la Granja Tres Arroyos, en Capitán Sarmiento. La empresa se dedica al faenamiento, preparado y embalaje de aves para el mercado nacional e internacional.
De la mano de Luis, su capataz general recorrimos todas las instalaciones. Para ello primero debimos vestirnos adecuadamente para cumplir con las normas de seguridad. Calzado, mameluco, casco, antiparras y barbijo protegen no solamente al visitante sino también a la producción.
La misma debe cumplir estrictas normas de calidad e higiene. De hecho Granja Tres Arroyos procesa alimentos frescos y elaborados. Los mismos – que compra McDonalds se confeccionan en un recinto cerrado, al cual los obreros acceden una sola vez por día.
La planta procesa miles de pollos diarios, tanto enteros como trozados. Y en pocos minutos un animal que ingresa vivo es empacado y refrigerado para su transporte a los centros de ventas o de embarque internacional.
Pudimos constatar que se aprovechan todas las partes del pollo y gallina. Desde el consumo de la carne hasta las patas que se exportan a mercados del sudeste asiático para servirse como aperitivo. También la sangre, las plumas, los picos, todas las partes del ave son destinadas para la venta, en diversas formas. Pudimos presenciar la depuración del agua utilizada en el frigorífico que es devuelta al río Cahuané luego de ser tratada convenientemente.
Cientos de obreros cubren los dos turnos de la empresa que descansa solamente de noche mientras se limpia la planta y se hace el mantenimiento de máquinas y dispositivos.
Cientos de empleados de empleados que trabajan diariamente aportan a Capitán Sarmiento un indudable crecimiento económico y social. El pueblo a evolucionado mucho desde la instalación de la Granja.
Agradecemos a Luis que siempre nos atiende con cordialidad y simpatía (obsequiaron una gorra a cada alumno) y a la Empresa que nos abre sus puertas cada vez que se lo solicitamos.Fue una visita sin para, un mundo fabril que desconocíamos, un universo diferente del que sacamos muchas enseñanzas.

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